Manifestaciones de sanidades y milagros durante el paso de Gary Oates en Barranquilla
La capital del Atlántico fue estremecida con el poder de Dios, que se manifestó a través de milagros. Ese bien puede ser el resumen de la visita del hermano Gary Oates quien ministró en Barranquilla. Fue, como siempre, un privilegio acompañarlo y una oportunidad para sorprenderme de nuevo con el poder de Dios fluyendo a través de él. Hubo sanaciones… de cuerpo y corazón.
En la puerta de Oro estuvimos con Gary en varias iglesias del 30 de enero al 5 de febrero. Algunas de ellas fueron Casa de Misericordia, de la pastora Tinoco, Tierra Fértil, del pastor Said Bechara, y El Redil, del pastor Fredy Rojas.
Como siempre ocurre cuando Dios obra, su poder se dejó sentir de manera sobrenatural. Una vez Gary liberó sobre las congregaciones la unción de sanidad, empezaron a ocurrir cosas sorprendentes. Fui testigo de cómo un hombre que llegó a la iglesia caminando apoyado en su bastón, salió luego con él al hombro, pues ya no lo necesitó más. También vi curadas al instante a personas que llegaron con graves limitaciones visuales. De verdad, fue un tiempo de poder y gloria.
Gary Oates, un hombre usado por Dios en avivamientos
No sé si sabían esto, estimados hermanos, pero Gary Oates tiene ya una larga y destacada trayectoria en el ministerio. Él fue uno de los hombres usados por Dios durante los avivamientos de Toronto y Pensacola. Ministros como Randy Clark y Bill Johnson fueron, por aquel entonces, sus compañeros de ministerio. Hoy, Gary se mueve por todo el mundo, impartiendo una unción fresca de milagros y prodigios que abren corazones a la presencia de Dios.