El Salvador es un país de intensos contrastes, de problemas y oportunidades. Sus principales problemas sociales están vinculados con las consecuencias de la larga guerra civil que asoló el país y que dejó a muchos jóvenes huérfanos y sin modelos a seguir en la vida. La crisis de valores y la violencia aquejan a la nación. No es fortuito que San Salvador, la ciudad capital, esté catalogada como una de las urbes más violentas del mundo. Sin embargo, es allí donde están las oportunidades: el país centroamericano tiene una sed espiritual inmensa y clama por conocer las buenas nuevas de Dios. Tal es el panorama que encontramos durante la visita del ministro Brian Guerin, quien llevó un mensaje de salvación y esperanza junto con un equipo de más de 30 personas vinculadas al ministerio Bridal Glory.
La campaña, que tuvo lugar del 2 al 9 de octubre, periodo durante el cual Dios abrió puertas del más alto nivel. En efecto, Brian tuvo la oportunidad de predicarle el evangelio a numerosos grupos de personas pertenecientes a las fuerzas armadas salvadoreñas. También, como lo evidencian las fotos, fue invitado a compartir su mensaje en programas de televisión.
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